¡Feliz entrada a un nuevo mes queridos lectores!
Quizás algunos de ustedes con solo leer el título de este artículo habrán pensado “no siempre puedo elegir”; pero ahí les diré, que ese pensamiento es una limitación que viene del miedo a que las cosas no sean como deseas, y querer tener el control absoluto de todo es imposible, pues quien lo intenta se desgasta. No se puede controlar todo lo que sucede en la vida, pero sí se puede elegir qué hacer en cada situación y qué actitud tomar ante ella. Hay una frase de la que desconozco su autor que dice: «no podemos dirigir al viento, pero sí podemos orientar las velas». Y quizás te falla la brújula para orientarte y llegar al destino deseado, pero recuerda que «no todo lo que deseas viene con una garantía de felicidad».
Tú elige todo aquello que te haga bien, incluso cuando realmente no sea así; pues en ocasiones la única forma de darse cuenta de que algo o alguien no es bueno para nosotros, es elegirlo. Si no lo intentas nunca sabrás lo que podía haber pasado y quedarse con la duda es más tormentoso que lo que pueda pasar si no obtienes el resultado que quieres. Incluso les diré como dato que las personas que se encuentran en estado terminal no se arrepienten de sus equivocaciones, sino de no haber hecho lo que siempre quisieron.
No tengas miedo a equivocarte, porque si algo ha de salir “mal” no habrá fuerza humana que pueda cambiarlo. No quieras controlar lo que sucederá después de elegir, ese después no existe aún y lo que salió mal anteriormente no tiene porqué volver a repetirse. Elegir nos aporta enseñanza de vida, nos ayuda a saber dónde sí y dónde no, pero no elijas por compromiso o por lo que otros crean que es mejor para ti, elige con el alma sabiendo que eres fiel a tu sentir; aunque el resultado sea otro diferente al que esperabas, porque incluso en la mayor equivocación de tu vida podrás decir que viviste como tal canción que dice: “A mi manera”.
El miedo siempre entrará en escena, pero no tienes que compartir escenario con él el resto de tu historia, deja que sea un figurante mientras tú eliges el camino a seguir desde tu mayor deseo, viviendo la vida que quieres a cada instante. Si no sale como esperabas, puedes volver a elegir. Vive, cambia de opinión todas las veces que así lo sientas, quizás no podrás controlar el resultado de las decisiones que tomas, pero sabrás que te guiaste por lo que querías y sentías sin fallarte nunca a ti mismo/a.
La vida es una constante elección, pero no desde una presión social por lo que es mejor para ti, sino desde lo que quieres para ti en cada momento.
Siempre puedes cambiar de rumbo o adoptar una actitud diferente ante la vida, pues has venido a experimentar algo no conocido, no a hacer un examen de cómo se debe vivir con unas bases establecidas. Lo único cierto en todo esto es que estás vivo, el resto no debería estar impuesto a nadie.
Elige por y para ti siempre.
Te abrazo inmenso.
