¿Se han preguntado por qué tantas parejas son felices antes de casarse y al poco tiempo de hacerlo se divorcian? o ¿Por qué una persona puede ser increíble con sus sobrinos, pero no tanto con sus hijos?
Probablemente no le encuentren una lógica a eso, porque incluso pueden pensar que ustedes jamás actuarían de esta forma, pero si tuvieran las mismas condiciones de vida y creencias les aseguro que lo harían exactamente igual. Al final todo es un aprendizaje, porque no nacemos con una enseñanza ya integrada, sino que vamos evolucionando a través de nuestras vivencias y de cómo asumimos las mismas, de la forma en que actuamos ante lo que vivimos.
Pero ¿por qué suceden cosas como estas en las que una pareja feliz se divorcia al poco de casarse, si ellos se eligieron el uno al otro para compartir su vida y acompañarse en cada paso del camino?
Esto sucede por algo que hacemos constantemente y es ADOPTAR UN ROL, creyendo así por lo que nos han dicho, que hay que ser de una forma concreta para que ante la sociedad seamos la persona que “debemos” ser.
Cuando una pareja se compromete en matrimonio creen que deben adoptar el rol del esposo/a, y claro ante todo el mundo eso tiene una forma concreta y salirse de ahí significa fracasar como matrimonio, pero el mayor fracaso está en dejar de ser quién eres para convertirte en algo que otros creen que debes ser. En el momento en el que asumes ese rol o ese papel todo por lo que la otra persona tomó la decisión de casarse contigo, desapareció y por eso llega el divorcio, porque eso no es lo que ellos firmaron en el altar, esa no fue la persona a la que pusieron el anillo, esos no fueron los votos que se dieron en ese mágico momento.
Por otro lado, está ese tío que siempre fue increíble con sus sobrinos y gozaban de una relación preciosa, pero al convertirse en padre todo cambió y nadie comprende cómo es posible que sea tan duro con sus hijos si con sus sobrinos era otra cosa. Lo que pasó es que adoptó el rol de padre, ese que dispone que hay que ser duro, exigente y autoritario para que así los niños sean respetuosos y salgan bien educados. Tremendo error ese, porque lo único que conseguimos es dejar de ser quienes somos y mostrar un personaje a nuestros hijos totalmente equivocado. Los hijos son creados desde el amor ¿por qué actuar con ellos desde un personaje que lejos de convertirlos en buenas personas los obligarán a tener un comportamiento forzado por miedo a no ser buenos hijos?
Cada rol tiene una forma concreta, y salirse ligeramente de la norma impuesta socialmente significa que no somos válidos para ser. Pero eso no es cierto, porque lo que aún muchos no saben es que ya por tener vida SON, ya eres alguien y no tienes que adoptar roles pintados de una forma concreta para sentirte válido o aceptado. Pues algo clave en la vida es descubrir nuestro auténtico ser y de esa forma ser capaces de hallarlo en los demás. Nadie debe ser de una forma concreta para estar en lo correcto, debemos ser nosotros mismos.
No adopten el rol de la infelicidad, concédanse el permiso de ser quien quieren ser y desde ahí aprendan a ser los mejores padres, mejores esposos/as, mejores hijos, mejores abuelos, pero nunca se conviertan en aquello que no son por agradar a otros. Recuerden que “La gracia de otros, puede ser la infelicidad propia”.
Abrazo inmenso