Feliz mes de mayo queridos lectores, en este mes tenemos una fecha muy especial, el día de la madre y aunque saben que soy partidaria de celebrar la vida todos los días del año comprendo que son fechas en las que a muchos le invade una gran tristeza debido a la ausencia.
Y justo sobre esto quiero contarles, porque tener a una madre en ausencia física no quiere decir que no tengamos madre y ¿por qué les digo esto? Porque escucho siempre la frase de “yo no tengo madre”, pero ¿cómo es eso?, sí que tienes madre, aunque no sea o esté en la forma que tú quieres, pero sí que la tienes, ella es la razón de que estés en este mundo. Solo que quizás ya le tocó partir de este plano, o por circunstancias no la tenemos a nuestro lado, o sí pero no en la forma que nosotros deseamos.
Lo dado no pedido de la vida nos transforma las cosas y aprender a vivir con esa transformación es lo que marca la diferencia del buen vivir.
El día de la madre no tiene que vivirse de forma concreta donde la familia al completo se reúne a celebrar este día junto a sus madres, que están en vida, que son cercanas, que son amorosas. Este día puede tener la forma que uno quiera darle, pero siempre y cuando nos habilite para seguir adelante y no sea un aliciente para la infelicidad.
Una madre siempre es nuestro fan número uno, quien más nos apoya y cree en nosotros, pero si en tu caso no ha sido así te toca a ti ser tu fan número uno y creer en ti. Celebrar tus logros incluso antes de lograrlos y sentir admiración porque sin esa figura tan esencial has podido salir adelante y ese es un motivo para celebrar en este día.
Una madre nos enseña a vivir desde nuestros primeros pasos, nos entrega un amor incondicional que va más allá de todo y si hoy día no está en presencia porque ya partió de este mundo, entonces no merece que después de darte tanto amor pagues su muerte con tu infelicidad, al contrario, ahora es cuando llegó el momento de aplicar todo lo que en vida te enseñó, de honrar su memoria desde el amor y dejar que los recuerdos felices nos llenen el corazón para seguir adelante con su ausencia.
Recuérdala siempre y agradece haberla tenido porque, aunque ya no está físicamente, ella sigue iluminando tu camino y guiándote desde la enseñanza que te dejó, solo tienes que vibrar en la energía del amor y el vínculo que les unía.
No permitas que la ausencia te borre los recuerdos, te saque del camino del amor o te haga vivir infeliz. Búscale un sentido a esa ausencia, ya sea porque le tocó partir de este plano, porque nunca estuvo o porque no está en la forma que tú quieres o necesitas que esté.
Ábrete a la vida con todo y lo que sientes, pero búscale el sentido que te ayude a seguir adelante. Agradece que te dio la vida, aún y con la forma en la que sea que esté.
Abrazo de luz
