Bienvenidos al último mes del año queridos lectores, un año que si bien pasa rápido en el tiempo no quiere decir que lo que se viva en todos estos meses sea poca cosa, momentos buenos, otros no tan buenos y otros quizás devastadores. Y desde todo lo vivido en ese tiempo se suele hacer un balance para así crear nuestro propósito en el nuevo año.
Este artículo no viene en forma de invitarlos a que tengan un propósito concreto, sino a que observen de qué tipo son y desde donde se los están marcando. ¿Quizás desde la culpa de no haber logrado aquello que querías, o desde la comparativa competencia por conseguir aquello que crees te hará más feliz?. Y ¿para qué o quién es ese propósito, para ti o quizás para demostrar a alguien que puedes?
Creer que tener un propósito de cara a la galería te hará cumplirlo, ser aceptado o feliz no es algo real, lo real es proponerte a ti mismo como primer y único propósito de cada día, siéndote fiel a tu sentir y bienestar. Y eso no es solo tener más dinero, un trabajo mejor, ganar un campeonato o tener la pareja ideal; y no quiero decir con esto que esté mal querer todas esas cosas o aspirar a muchas otras, lo que quiero decir es que el propósito más importante de cara a tú galería es sentirte bien.
Así que aquí y ahora, en esta recta final del año te pregunto ¿Te sientes bien contigo mismo y con todo lo que eso supone?
Muchos dirán ¡Claro!, porque por supuesto que siempre en muchas ocasiones nos sentimos bien, haciendo alguna actividad, con amigos, pareja, familia, pero y tú ¿cómo te sientes cuando estás solo?
En este mes hablan de la “silla vacía”, ese espacio del ser amado que ya no está en el plano físico, pero ¿y tu espacio? ¿te sientes bien siendo quién eres en todo momento y te das todo lo que realmente deseas darte a ti mismo/a?
En este artículo estoy muy preguntona, lo sé, pero creo que es necesario desenmascarar aquello que no forma parte de ti, soltando todo lo que no te define y comenzar a dar lugar a tu verdadero YO; dándole la importancia que realmente merece, es decir absolutamente toda y además en primicia.
Deseo que todos tus propósitos para el próximo año se den con luz y bendición, pero deseo mucho más que el primer propósito y más importante seas tú, darte cuidados, amor, paciencia, entrega, valor, fe, esperanza, compasión. Porque definitivamente sin ti en la esencia real, los propósitos de cara a la galería no serán tuyos, sino de todo aquello que está fuera de ti y que además te impide vivir cada segundo con verdadero valor, pues hoy día pareciera que, si no nos proponemos algo materialmente grande, quedamos pequeños ante el mundo. Lo que muchos desconocen es que dándonos a nosotros todo aquello que necesitamos, el mundo es el que se nos hace pequeño, pues somos mucho más que el personaje que creemos ser.
Les deseo con todo mi cariño un final de año lleno de bendición y les agradezco infinitamente que cada mes me acompañen con su lectura.
Les abrazo inmenso.
