¡Feliz comienzo de año queridos lectores! Es curiosa la sensación que suelen tener muchas personas entre el último día del año en curso y el primero del siguiente, es como si de repente de un día para otro les invadiera el pensamiento mágico de que todo lo malo que ha pasado se borrará, pero por supuesto no es real. Es un autoengaño que nos sirve para aliviar el dolor de todo aquello que aún no se ha soltado o sanado.
“Lo que sucede, conviene” es un título que sé que no les dejará indiferentes, porque se preguntarán “¿cómo me va a convenir este dolor que estoy viviendo, que haya muerto un familiar o que tenga mi vida patas arriba por diversos motivos?
Lo comprendo, suena de mal gusto así de primeras, pero les diré que detrás de esa frase existe la clave que los ayudará a salir poco a poco de ese dolor.
Nadie pediría que le suceda algo que le traiga dolor, pero todos queremos estar vivos. Y no hay signo de vida más grande que el dolor, al igual que no hay vida más llena de aprendizaje que aquella en la que ha habido experiencias dolorosas; pues de los momentos felices se disfruta, pero de los complicados se aprende.
Aprendemos a ser una versión mejorada, nuestro nivel de consciencia se eleva y algo cambia en nosotros a raíz de una experiencia que no quisimos vivir.
Salir de nuestra zona de confort no es algo que nos enseñen a hacer cuando somos pequeños, de hecho, para hacerlo necesitamos estar muy seguros de nosotros mismos, ya que hacerlo implica soltar todo aquello que controlamos, y cuando de soltar se trata nos sentimos como si estuviéramos colgando de un precipicio y lo único que nos sujeta es esa cuerda que nos están pidiendo que soltemos. Justo eso sucede con las experiencias dolorosas, nos sacan de nuestra zona segura, esa que no queremos abandonar por miedo a no saber seguir adelante, porque creemos que no somos capaces de recomponer nuestro corazón y ser resilientes, pero aquí vengo a decirte que todas las personas tenemos la capacidad de seguir adelante con la vida. Solo necesitamos trabajar en ello con las herramientas adecuadas para reconstruir nuestra vida con la nueva realidad.
Estas experiencias no solo nos sacan de la zona de confort, sino que además nos liberan de muchas cosas que podrían haber pasado y no sucederán gracias a ese acontecimiento. Y aquí vuelvo a hacer un inciso, porque sé que muchos dirán ¿Cómo va a liberarme la muerte de un ser querido, una enfermedad, perder el empleo que tanto quería, etc.?
Hay una frase que me encanta de Facundo Cabral que dice “La vida no te quita cosas, te libera de ellas”. Y comprender esta frase necesita mucha confianza y fe de que a pesar del dolor nos estamos librando de algo peor gracias a este suceso. ¿Verdad o mentira? Por eso necesitamos fe y agarrarnos a todo aquello que nos ayude a avanzar y a seguir viviendo en plenitud.
Esto no quiere decir que le quitemos importancia a lo que nos sucede, que no sintamos nuestro dolor o lo validemos, simplemente es lo que necesitamos para no quedarnos toda la vida en el pasado de lo que sucedió. Vive intensamente cada circunstancia dolorosa, pero luego pasa la página y sigue descubriendo el resto de la historia que te queda por vivir obteniendo el gran aprendizaje. Y con esto quiero añadir que “Las cosas no suceden para que aprendas, las cosas suceden y nosotros decidimos si sacamos aprendizaje de ahí o no”.
Muchas personas quisieran literalmente morirse y de hecho muchos atentan contra su vida, pero quiero decirles que eso que pasó no los mató, siguen vivos y dejar de estarlo por voluntad propia debido a una experiencia dolorosa no es una opción, sería una decisión permanente a una situación temporal y créanme que eso no soluciona nada, al contrario, todo lo complica.
No me digan que no es hermoso el nacimiento de un bebé, pero por supuesto que a nadie le gusta la parte que viene antes de ese alumbramiento y aun así no le quita hermosura. De eso se trata, de ser capaces de ver la belleza de la vida aún con todo aquello que nos duele.
“Lo que sucede, conviene” para que sigas viviendo plenamente con todos tus sentidos las experiencias maravillosas que componen tu historia, estás vivo y se vale la vida a pesar de lo dado no pedido.
Deseo de corazón que este artículo haya sido portador de bendiciones.
Los abrazo.
